“Trasluz” busca ser una edificación amable, de escala humana, que respire y deje respirar al barrio. Es por ello que, dada su altura y longitud, se oxigena la edificación dividiéndola en varios bloques, que dejan pasar la luz y el viento, mejorando la eficiencia y el confort en sus viviendas pasantes con terraza. También de su espacio comunitario central pasante: un microclima bien ventilado y con amplias vistas a las zonas verdes del barrio.

Estos bloques se interconectan mediante la piel exterior porosa, compuesta de volúmenes en voladizo con terraza, que rompen el plano de fachada y acercan el edificio a la escala humana. La distribución alterna de estos volúmenes salientes favorece el sombreamiento, la ventilación (reduciendo el sobrecalentamiento de sus fachadas) y la privacidad entre cada terraza y permite que todas cuenten con espacio a simple y a doble altura, enriqueciendo su uso.

El espacio exterior comunitario se concibe como una gran terraza jardín, con piscina y zonas de solarium, ocio, ejercicio y relax de diferente tamaño y grado de privacidad y soleamiento, que se extienden hasta una terraza mirador vegetalizado con orientación al atardecer. Una amplia zona común interior complementa al espacio exterior, abierto a él mediante paños de vidrio practibles.

Al igual que el diseño de la envolvente, el diseño interior da también mucha importancia a la funcionalidad. Se ha reflexionado de forma intensiva en la distribución, tanto de las viviendas en el edificio como de las estancias y la terraza dentro de las viviendas, de forma a minimizar recorridos y crear espacios cómodos, bien iluminados y abiertos a la terraza. En cuanto a estética, se ha apostado por la depuración de las formas y por la atemporalidad del blanco y la madera en un estilo japandi.